Queridos:
Ya se ha materializado Drusa: mi tercer hijo de papel. Ha sido niña, pesa 185 gramos, tiene 50 poemas, 84 páginas y grandes dosis de emoción. Está deseando conoceros.
Ha venido de la mano del sello editorial Talón de Aquiles y ha quedado estupendo.
Para los lectores acérrimos que necesiten una doble dosis lírica: sabed que mi poemario anterior, Momento de una fuerza, se encuentra a precio promocional, hasta fin de existencias, por lo tanto, es una ocasión estupeda para adquirir los dos libros.
Podéis contactarme para más información y detalles.
Os deseo un feliz otoño literario.
*Haz clic en la foto para obtener mayor nitidez.
TAXIDERMIA
Exhibo las fotos de mis amantes
como cabezas de trofeos disecados
(con ojos de cristal y mirada
perdida).
Acaricio sus rostros comparándolos,
midiendo sus colmillos y sus lenguas de goma.
Paso las fotos, una a una, como si fueran
cromos repetidos:
«Lo tengo..., lo tuve..., lo ten...».
Revienen, entonces, fragmentos de diálogos
caducos e intento licuar una esencia,
unas gotas de pureza
(de verdad remota):
un elixir de pasado
que pueda
aliviarme
en momentos decisivos.