A veces, las cosas no son lo que parecen. Nuestros objetos cotidianos tienen un sentido preciso para nosotros, pero pueden tener otro diferente para otros seres. Pensamos que estamos solos en el universo y que todo utensilio tiene una función primordial, pero en otra escala de tamaño, hay quienes dan una utilidad diferente a nuestros objetos cotidianos.
Cuchara-catapulta
Copyright, Eva Antón.
El poema que he elegido hoy trata de esta cuestión; de ahí, su título, "Espejismos". Las cosas son lo que parecen o no..., dependiendo de la perspectiva que adoptemos.
Una vez más, estamos ante la idea de que la realidad, tal y como nosotros la percibimos, no existe: cambiará según el tamaño de quien la interprete...
*Haz clic en la foto para obtener mayor nitidez, desde tu móvil.
ESPEJISMOS
Lo
que ves en el fondo de la taza
no
son restos de cereales,
sino
huellas de seres escondidos
que
construyen sus itinerarios.
El
sombrero que usamos a diario
no
elimina el frío de la mente:
es
el techo cercano de los diminutos
habitantes
del cabello.
La
redondez
cálida
de la bañera
no
es cerámica moldeada,
sino
vientre hueco de ballena
que
nos acoge, cada día, en su estructura
de
mamífera
gigante.
Eva Antón Bravo, Momento de una fuerza, Almería, Editorial SoldeSol, 2019.
En la parte final del poema, hago referecia a la ballena, uno de mis animales favoritos. Es reconfortante imaginar, al introducirnos en la bañera, que lo hacemos dentro del seno de una ballena, como si ella nos acogiera y abrazara en ese momento plácido.
Sobre la simbología del vientre de la ballena, se ha escrito mucho; en general, se considera un umbral mágico donde los que allí penetran se someten a una segunda gestación, a una segunda vida.
Un tema latente, también, en mi poema: la segunda oportunidad o la segunda personalidad que adquiere todo lo que nos rodea.
Saber más: El vientre la de ballena, La historia bíblica de Jonás
Leer otros poemas : Un poema al día: "La profecía", Día Mundial de la Poesía: "Elixir oral", Un poema al día...: "Caracolas"
#itwasfoodbefore
Te leo todos los días que me mandas tus poemas Eva,aunque no siempre puedo mandarte un comentario.Bonita manera de ver la vida.un abrazo
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias! Ya sabes, la vida depende de cómo la miremos, del famoso "color del cristal" y también del "tamaño" que tenga el observador.
EliminarUn fuerte abrazo.
La magia de los objetos cotidianos recrea visiones en desiertos habitados por nuestra imaginación y nuestra subjetividad. Qué visión la de un viaje, sumergidos en el vientre cavernario de una ballena. Salir de ella renovados, reconfortados. Todos encierran misterios que podemos descubrir, o no, según el día. A veces, a pesar de estar con ellos, verlos y tocarlos, son como el polvo en suspensión que nos rodea, una nada repleta que siempre nos espera, aunque ni siquiera reparemos jamás en su presencia. Quizá sea la cuarentena un buen momento para posar nuestra mirada sobre lo que de tanto ver nos resulta invisible.
ResponderEliminarHermoso comentario, no puedo añadir nada más, solo agradecerte tu reflexión y el hecho de que la compartas conmigo y los lectores. Gracias por estar ahí.
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